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BolaDeFuego
Bola de fuego
Kanji 火球
Romaji Kakyū
Número 11
Saga El Sostén del Mundo
Cronología
Anterior Es mi vida
Siguiente ABC
Personajes
Daisuke RaishōGiselle HawickFlammesMaverick ReinhardtAome FukaGlacéeToyDenmi RaishōLuke E. FioreMichelle Strauss

Bola de fuego (火球, Kakyū) es el capítulo #11 de El Sostén del Mundo.

Sinopsis[]

Si bien había partido con Lyonel en busca de Kikoru, Daisuke se detuvo para atar una de sus agujetas y cuando se percató había perdido el rastro de los demás. Esto provocó que tuviese que seguir por su cuenta en la misma dirección que se dirigía el resto, aunque esto solo provocó que se perdiera.

Sin embargo, mientras vagaba por el gigante bosque, se detuvo a pensar. «¿Por qué ahora eres parte del enemigo? ¿Qué no eramos una pareja feliz en ese momento? Ryu y Celine son felices, no he hecho nada malo, pero aún así decidiste abandonarme.» comentaba consigo mientras dirigía su mirada fijamente hacia el cielo.

Al instante oyó un ruido, y una gran cortina de fuego se dirigió hacia él. Inmediatamente, y sin percatarse, había sido enviado fuertemente hacia un árbol, y debido al choque se vio obligado a escupir sangre. Cuando levantó su mirada, vio a una mujer rubia que caminaba en dirección hacia él, dicha mujer estaba acompañada de un hombre con un extenso cabello rojo.

— Es mala idea andar solo por el bosque, Daisuke. — Comentaba la mujer de cabello rubio, con un tono bastante sarcástico y mientras se limpiaba la mano con la cual había golpeado a Daisuke. — Me has hecho falta todos estos años, aunque considero que si hubiese estado contigo habría sido una gran pérdida de tiempo, y mi poder mágico no habría crecido tanto como lo ha hecho. — Al terminar esta oración, besó a Daisuke en los labios, aunque seguidamente fue empujada por el mismo, y este se alejó.

— ¿Crees que te recibiré con los brazos abiertos así como así? — Molestia era lo que denotaba la voz de Daisuke, además de bastante confusión, ¿debía pelear contra la mujer que ama? — No quiero pelear contra tí, Giselle, y no lo haré.

— ¡Ja, ja, ja! ¡Me encanta! ¡Este tipo de verdad que es genial! Yo me haré cargo de tí, pequeño insecto, aprenderás de una vez por todas lo que es ser quemado hasta el último hueso. — La gran cantidad de fuego que liberó Flammes era capaz de incinerar hasta la última célula del cuerpo de Daisuke. Flammes reía cada vez más mientras liberaba la gran cantidad de llamas, sin embargo, no esperaba ser cortado en dos.

Perdiendo la vida al ser cortado en un plano sagital medio, las llamas de Flammes fueron absorbidas por la misma espada que una vez había portado Doshin Raisho.

— Que tu alma vuelva a su estado original, y esperemos que no te traten mal en el más allá. — Daisuke guardó su espada nuevamente, y con suma serenidad dirigió la mirada hacia su esposa, esperando alguna reacción de la misma ante el ataque que había realizado el Raisho hacia su acompañante.

— ¿Esperas que me sorprenda? — Comentaba la bruja con sus brazos cruzados mientras se acercaba al cuerpo de su compañero y absorbía cada gota del poder mágico que tenía antes de que se esparciera por el espacio. — Flammes era el demonio más débil, fue el último en ser creado de los cinco, por ende, su poder era más débil porque el poder mágico que usó Mallory-sama al crearlo ya era muy bajo, siempre supe que su desesperación por el combate acabaría con él. — Volvió a erguirse, y quitándose uno de sus guantes, obtuvo su posición de combate. — Vamos a ver que tan fuerte de has vuelto, Daisuke, a ver si ahora lograrás vencerme en un combate.


La batalla no era exactamente pareja. Maverick no sólo le hacía honor a su cargo de Mago Santo, definitivamente el puesto se lo había ganado con creces, sobre todo al tener tan incapaz de mover un simple músculo a Aome, el cual cada ataque que utilizaba en contra del denominado Dios Demonio no servía nada más que para hacer el ridículo.

— ¿Lo has notado no? — Comento el Reinhardt al ver la impotencia en la cual se encontraba Aome. — Si eres un dios, no te queda nada más que desfallecer ante la desesperación de un Cazador de Dioses, esta arena negra es capaz de destruir todo líquido que el ser humano tenga en su cuerpo, ¿o es que no has observado como poco a poco te deshidratas? Esta arena te hace querer usar cada gota de líquido dentro de tí, y eso te lleva a tu perdición.

— Entonces pasemos al segundo acto.

En ese instante, el cuerpo de Aome comenzó a encogerse, y justo a su lado, el inerte cuerpo de Glacée se levantó, volviendo a su coloración habitual y a su estado común. Limpió sus ropajes y tocó el hombro de Aome, recuperándole toda herida.

— ¿Tuviste 10 minutos para derrotarlos y no fuiste capaz ni de eso? ¿Has perdido poder, Aome? Creí que no era necesario tener que activar mi verdadera forma para poder acabar con estos insignificantes seres, pero veo que no me has dejado otra opción. — Extendiendo sus brazos una gran cantidad de poder espiritual fue liberado por parte de Glacée, quien aparentemente se encontraba sumamente seguro de su forma de combate. Esta nueva forma transformó a Glacée en un demonio con mayor musculatura, y además con una tonalidad de piel completamente azul. Asimismo, sus cuernos había aumentado su tamaño y grosor. — ¿Estás listo para enfrentar a un verdadero demonio?

— Justamente te quería decir eso. — El poder espiritual de Maverick comenzó a mostrar más potencia, sorprendiendo de esta manera a Glacée, quien no pudo evitar colocar un pie hacia atrás. — ¿Tienes miedo? Es normal, no todos han tenido la capacidad para enfrentarse ante mí. Ahora imagina, soy el cuarto asiento, deberías estar agradecido de que sea yo tu oponente y no ninguna de de las otras 3. — Apuntando con su dedo hacia Glacée, le sonrió y dijo.Sable del Dios de la Arena.

El impacto fue tal que atravesó por completo el abdomen de Glacée, dejando un agujero de por lo menos 30 centímetros de diámetro, y asimismo, volviéndolo por completo de Arena, y desmoronándose por completo, alimentando así el poder del Cuarto Rey Celestial de Ishgar. Aome no pudo evitar sorprenderse ante la potencia del ataque del mago, por lo que decidió ponerse serio.

— Definitivamente te subestimé, Maverick Reinhardt, pero creo que has hecho lo mismo conmigo. — Haciendo la una forma de estrella en el aire con ambas manos, comenzó a formar una gigante bola de electricidad en el cielo, dejando perplejo a Maverick, quien nunca había visto algo igual. — ¡NO ERES EL ÚNICO CON TRUCOS BAJO LA MANGA! ¡ONIGIRI!

El hechizo impactó directamente a Maverick, sin embargo para sorpresa de Aome, el hechizo había desaparecido por completo, y al oír las palabras Reflejo de Seth, se percató como su propio hechizo impactaba justo contra él. Dejándolo por completo a la merced del Mago Santo. Lo había subestimado, se creía invencible hasta que el hombre que tenía en frente hizo aparición, ¿acaso era este su momento de darle la mano al dios de la muerte?.

— Pues ha llegado tu hora, te dije que sería mi nombre el último que aprenderías. — Señalando con su dedo a Aome, estuvo a punto de dejar caer un potente hechizo en el mismo, aunque cuando se percató, un poder mágico conocido se acercaba a una gran velocidad, y al instante, una lanza de arena café cayó sobre el pecho de Aome, petrificándolo por completo. Se había metido en un "problema".

— Maverick Reinhardt. Espero que esta sea la primera y última vez que el consejo mágico me tenga que enviar a buscarte porque estás secando las reservas de agua en un radio de 2 kilómetros. — La chica que habla con semejante autoridad ante el mago santo era considerablemente alta, asimismo, mantenía un extenso cabello negro, y si bien vestía un vestido bastante corto, llevaba sobre sí la capa de los caballeros de las Runas.

Antes de que Maverick respondiera, Denmi evaluaba a la chica a una distancia considerablemente cercana, para disgusto de la misma quien lo vio con una mirada bastante violenta, provocando que el joven se tuviera que alejar.

— ¿Quien eres? — Preguntó Michelle a la chica, puesto que nadie entendía porque alguien más había intervenido en la batalla contra el demonio y el mago.

— Su nombre es Toy. — Comentó Luke, quien se acercaba con bastante tranquilidad ante la joven. Y haciéndole una reverencia le besó la mano. — Ha pasado bastante tiempo, Toy.

— Sí, sí. Tu madre dice que tengas cuidado en esta batalla, y que no dejes de enviarle cartas que ya llevas como 3 meses sin hacerlo. — Comentó la Caballero de las Runas, y justo cuando iba a seguir escarmentando a Maverick, fue interrumpida nuevamente por Michelle.

— ¿Pero no se supone que Crow Rouge es el líder de los Caballeros de las Runas? ¿No debió de haber sido él quien viniera por Maverick-sama? — Comentaba la incrédula y molesta Michelle.

— Crow-sama es un hombre bastante ocupado — Respondió de mala gana Toy. — como segunda al mando, fui enviada con la finalidad de, no solo hacer que Maverick-sama entendiera su error, sino para también llevarme a este hombre. Todos los miembros de Atlas merecen ser encarcelados.

— ¿Segunda al mando? — El último comentario fue realizado por Sōni, quien se mostró bastante incrédula ante lo dicho por Toy.

— No deberías juzgar un libro por su portada. — Dijo la joven guiñando un ojo hacia lo que quedaba de Demon Claw. — Ahora tú.

Todo lo que dijo Toy mientras llevaba a rastras a Maverick contenía palabras de no tan buena índole, asimismo, le indicó cuan irresponsable era al llegar a una batalla que no le correspondía, aunque el mago se defendía comentándole que de no haber sido por él, probablemente todo los magos estarían muriendo.


En una oscura habitación en el gremio de Atlas. El demonio y el mago más fuertes del gremio despertaban. Llevaban días durmiendo, su maestra no había querido molestarles hasta que todo pareciera ir mal, y ya habían perdido 3 miembros de su gremio, ¿cuan mal tendrían que estar como para perder a estos tres? Para estos dos, la fiesta apenas comenzaba.

Detrás de Escena[]

  • El título del capítulo hace referencia a la canción «Fireball» del rapero estadounidense Pitbull y el cantante John Ryan.
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